miércoles, 23 de marzo de 2011

5º PECADO CAPITAL: LA ENVIDIA

Esta definida como “desagrado, pesar, tristeza que se concibe en el ánimo, del bien ajeno, en cuanto este bien se mira como perjudicial a nuestros intereses o a nuestra gloria”. Como la avaricia, la envidia se caracteriza por un deseo insaciable, sin embargo, se diferencian por dos grandes razones: primero, la avaricia está más asociada con bienes materiales, mientras que la envidia puede ser más general; segundo, aquellos que cometen el pecado de la envidia desean algo que alguien más tiene, y que perciben que a ellos les hace falta, y por consiguiente desear el mal al prójimo, y sentirse bien con el mal ajeno. Por lo tanto, cuando queremos saber si la envidia es una falta moral, es necesario investigar el verdadero motivo que produce la tristeza que se siente con los bienes del prójimo. Así que la envidia no es pecado cuando: Nos entristecemos por los bienes materiales alcanzados por alguien que no los merece y podría hacer mal uso de esos bienes causando grave daño a otros. Cuando sentimos insatisfacción por los bienes que posee quien no los merece y pensamos que nosotros lo utilizaríamos mejor. La envidia es falta gravísima, cuando nos incomoda y angustia tanto el bien o los bienes materiales del otro, que deseamos verlo sin esos bienes que ha conseguido. De esta manera, este deseo de ver al otro sin sus bienes nos puede conducir a procurar, por todos los medios, a quitarle esos bienes o de hacer ver que no debería poseer lo que posee. La mentira, la traición, la intriga o el oportunismo se desprenden de esta tristeza frente al bien ajeno y a nuestra propia incapacidad de acceder a esos bienes. Si eres una persona envidiosa y quieres salir de ese estado porque te está consumiendo la vida, la única forma de conseguirlo es, primero conectar con Dios y después:

1º Sentir el cariño y el apoyo de los seres queridos.
2º Desarrollar tu sentido del humor.

3º Hallar tu propia identidad.

4º Ser consciente de qué es lo prioritario de tu vida.

5º Tolerar tus defectos y valorando tus cualidades.

6º Valorar las cualidades ajenas en su medida.

O, si prefieres seguir con ese sentimiento de envidia, lo que conseguirás será: -Bloquear el pensamiento creativo. -Generar ansiedad, tristeza y rencor. Y lo manifestarás a través de miradas y frases inoportunas, o frases calculadas para hacer daño. Es un sentimiento que nunca podrás controlar sin ayuda, y sin que tú mismo aceptes que lo eres."La envidia es una declaración de inferioridad" Napoleón Bonaparte

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